Después de unos años dedicados a esto, hemos aprendido que muchos de nuestros clientes se refieren al servicio de marketing olfativo como «ambientadores para negocios», «ambientadores para tiendas», «ambientadores industriales» o cosas similares. Quizás porque son conscientes de las posibilidades del olfato pero conocen el concepto de marketing olfativo o porque simplemente buscan que sus tiendas huelan bien. Y sí bien estos términos no son la mejor forma de definirlo, no se puede negar que cuando usas un «ambientador para tiendas» estás haciendo, aunque no lo sepas, marketing olfativo. Pero debes saber también que el marketing olfativo o los ambientadores para negocios pueden ir mucho más allá de aromatizar una tienda con un olor agradable. Una buena estrategia de marketing olfativo te puede ayudar a conseguir diferentes objetivos. Estos son algunos de ellos que podrás conseguir en función de cómo se enfoque la estrategia:
Aumenta el recuerdo de marca
Generalmente, el simple hecho de tener un aroma en tu tienda aumentará las probabilidades de ser recordado. No obstante, lo ideal para conseguir este objetivo es diseñar un odotipo que consiste, en resumen, en un logo olfativo. Es decir, un aroma exclusivo con capacidad de transmitir la imagen de marca y que, al ser único, permitirá generar una identidad reconocible, de forma que el cliente recuerde la marca cuando perciba ese aroma.
Merchandising olfativo
Esta es una acción que se puede realizar para potenciar al branding de la marca. De la misma manera que se pueden aromatizar los espacios con un aroma, ese mismo perfume pude ser embotellado para uso doméstico, ya sea en forma de mikados, velas, sachets o cualquier otro tipo de formato. Este merchandising puede ser utilizado como regalo o incluso ser puesto a la venta.
Crea una experiencia inmersiva
Este objetivo no tiene que ir asociado necesariamente a la imagen de marca, si no a una experiencia que se quiera transmitir en el establecimiento. Se puede utilizar el aroma en conjunto con la cartelería digital o con la decoración. Combinando por ejemplo, imágenes de árboles con un aroma que recuerde al bosque, o aroma a madera en una establecimiento con decoración rústica. De esta forma se puede generar una atmósfera inmersiva que consiga transportarle a otro lugar o que intensifique lo que se percibe con la vista.
Invitación a consumir un producto
Otro objetivo diferente que tampoco necesita estar asociado a la imagen de marca y que suele utilizarse en alimentación. Consiste en recrear el aroma de un producto y difundirlo por la tienda o el exterior de la misma para invitar a consumir un producto. Dunkin Donuts realizó una campaña en la que instaló difusores con aroma a café en autobuses de Seúl, que se activaban cuando sonaba una de sus cuñas publicitarias. De esta forma reforzaba el mensaje y consiguió aumentar las ventas un 29% en los Dunkin Donuts cercanos a las paradas de autobús.
Efecto bienvenida
El efecto bienvenida es compatible con cualquiera de los objetivos que se quiera conseguir. La idea del efecto bienvenida es que el cliente perciba el aroma nada mas entrar, de manera que se produzca un impacto positivo por contraste con el exterior. Este impacto aumenta las posibilidades de recuerdo de marca al asociarlo a una experiencia agradable.
Efecto Proust
El Efecto Proust hace alusión a ‘La magdalena de Proust’. Se basa en que una percepción sensorial puede evocar un recuerdo al que está asociado. Por ejemplo, si aromatizamos con aroma a crema solar podemos transportar al cliente a sus vacaciones de verano.