1 de cada 5 madres es Millennial. Ya es uno de los grupos de población más importantes en la toma de decisiones de compra y sus hábitos de consumo difieren de los de sus antecesoras. Hablamos de un cliente nada fácil de complacer. La mamá millennial es mucho más exigente, busca que la sorprendan y quiere experiencias más allá de productos.
Muy lejos queda el rol de mamá y ama de casa. Las nuevas mamis trabajan y estudian, se dedican a la familia, les gusta la tecnología, son grandes usuarias de las redes sociales, están al día de las últimas tendencias y el smartphone les saca del apuro en casi todas las ocasiones en su día a día. ¿Eres una de ellas?
Según varios estudios (como los realizados por Tiendeo.com, Webershandwick, IAB y BabyCenter), un 63% de las madres Millennials echan mano del smartphone para comprar, incluso cuando están en la tienda y la gran mayoría lo utiliza para buscar ofertas, comparar precios, recomendaciones, valoraciones de otras mamás…
Las principales tareas que las madres Millennials hacen con el móvil en las tiendas físicas son la búsqueda y descarga de cupones de descuento (62%); la comparativa entre marcas y establecimientos para buscar los mejores precios (51%) y la búsqueda de recetas (51%).
Las mamis siguen encargándose generalmente de la planificación y compra familiar, pero la manera como lo hace ahora la mamá millennial es muy diferente. Las Millennials han cambiado sus hábitos en cuanto a criterios y preferencias de consumo cuando se convierten en madres.
Son mamás modernas, que han crecido con las nuevas tecnologías y se han reinventado en la era digital; el smartphone no sólo es una herramienta de planificación, también cumple para ellas una función de inspiración. Tienen gran afinidad con el mundo 2.0 y prefieren marcas que representen sus valores y faciliten su rol como madres trabajadoras.
El tiempo es un factor fundamental para ellas. Hablamos de mamis multitarea, que trabajan, que pasan muchas horas fuera de casa y que hacen malabares para conciliar vida laboral y familiar. De hecho, el 75% de las madres Millennials reconoce que planifican con antelación sus compras y casi la mitad dice que lo hacen para ahorrar al máximo en sus visitas a las tiendas. Por eso, el 41% planea sus compras para no olvidar ninguno de los artículos que necesita comprar.
Son mamás modernas, que han crecido con las nuevas tecnologías y se han reinventado en la era digital
Si dispones de poco tiempo y, además, tienes que llevarte a los niños a hacer la compra, la cosa puede ser muy complicada si no te facilitan la experiencia de compra.
Por ejemplo, ir al súper y que haya mini carritos de compra para que los más peques también se diviertan haciendo la compra o tener servicios tecnológicos como eat & collect, con el que poder preparar la lista de la compra mientras desayunas o almuerzas y recogerla al cabo de media hora, como hacen en supermercados Sánchez Romero.
En Ikea tienen espacios para juegos, donde los niños se lo pasan pipa y las mamás pueden comprar con la calma, sin estar pendientes de si sus pequeños traviesos montan alguna pataleta devorados por el tedio, pegan mocos en los muebles o rompen algún espejo… De esta manera, la marca sueca ha conseguido que una tarde en sus establecimientos sea sinónimo de una tarde en familia.
El Punto De Venta debe disponer de elementos que seduzcan a las madres, pero también a los peques
Los centros comerciales también se han convertido en el refugio preferido de los niños. Xanadú, Pleniluno, H2O, Ferial Plaza… No hay centro comercial que hoy no disponga de chiquiparks, ludotecas o guarderías para que los peques puedan pasárselo en grande, que es lo que les toca, mientras mamis y papis hacen las aburridas compras, que, de momento, es cosa de ellos.
Todas las experiencias afectan a las sensaciones y emociones, por lo que el nivel emocional en la experiencia de compra es también es muy importante. Una mamá-cliente feliz tendrá mayor disposición a dejar la compra online y desplazarse a la tienda con los críos.
Para ello, el Punto De Venta debe disponer de elementos que seduzcan a las madres, pero también a los peques. Es importante elegir una música adecuada, que guste tanto a mayores como a pequeños y que estimule la estancia de ambos durante la compra.
En tiendas de juguetes como Imaginarium o Poly, los aromas infantiles como el de fresa o sandía hacen que atraigan tanto al niño como a la madre; el de lavanda, por sus propiedades relajantes, es idóneo para que el diablillo esté menos “movido”, evitando que la madre desee terminar cuanto antes.
El marketing sensorial se convierte así en un marketing de seducción. Ofrece una experiencia diferenciadora y positiva, personalizando productos y servicios y buscando el bienestar de las madres millennials en función de sus necesidades particulares.
En conclusión, un conocimiento profundo del cliente, el desarrollo de una estrategia hecha a medida de sus necesidades y aprovechar el poder de los sentidos es algo básico para lograr conectar con la mamá millennial y conseguir su fidelización.