Al entrar en tu establecimiento, lo primero que cautivará a tus clientes no será solo lo que ven, sino lo que escuchan. La música juega un papel clave en la percepción y el comportamiento de los consumidores. Es una herramienta poderosa que puede moldear la forma en que tus clientes se sienten y actúan en tu negocio, reforzando la identidad de tu marca e incluso potenciando tus ventas.
Pero, ¿cómo puedes utilizar la música de manera estratégica para crear un ambiente irresistible?
1. Adapta las listas de reproducción a tu identidad de marca y al público objetivo
La música que suene en tu negocio debe reflejar la esencia de tu marca y los gustos de tu público. Piensa en tu lista de reproducción como una forma de comunicarte sin palabras con tus clientes. Por ejemplo, una boutique de lujo podría beneficiarse de una selección musical clásica y refinada, mientras que una tienda de ropa deportiva puede motivar a sus clientes con ritmos enérgicos y estimulantes.
2. El ritmo musical puede influir de manera notable en el comportamiento de los clientes dentro de tu negocio
Los ritmos más pausados fomentan que los compradores se desplacen con tranquilidad, lo que a su vez alarga su estancia en el local y favorece las ventas. Por el contrario, la música a un tempo más veloz puede dinamizar el ambiente en las horas de mayor afluencia o ayudar a despejar la tienda cerca del cierre.
3. El volumen de la música también tiene un impacto importante en la atmósfera del lugar
Un volumen excesivamente alto puede resultar agobiante para los clientes, mientras que uno demasiado bajo les dificultaría mantener conversaciones cómodas. Un nivel de volumen adecuado, por el contrario, propicia un ambiente acogedor en el que los consumidores puedan interactuar sin problemas tanto con los productos como con el personal.
4. Aprovecha estratégicamente el silencio
El silencio es un elemento clave en la estrategia musical. Empléalo con inteligencia para brindar a tus clientes un momento de descanso, especialmente después de una melodía particularmente enérgica. Esto puede evitar la sobrecarga auditiva y mantener fresca la experiencia en tu establecimiento.
5. Utiliza música libre de derechos para uso comercial
Verifica que toda tu música tenga la debida autorización para uso comercial y evita multas y problemas legales. Servicios como nuestro hilo musical brindan cobertura legal y crean listas de reproducción personalizadas para tu marca y clientes.
Integrar estas estrategias musicales en tu negocio puede mejorar la experiencia de compra, forjar un vínculo más profundo con tu marca y fomentar la fidelidad de tus clientes. Cuando armonizas tu espacio comercial con la música adecuada, no solo vendes productos, sino que ofreces un elemento de bienestar que puede convertir a los visitantes ocasionales en clientes recurrentes.
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La neuromúsica o neurociencia de la música es una disciplina emergente dentro del marketing, que se dedica a investigar qué acordes, tonos, ritmos y notas son más atrayentes, evocan valores específicos y permanecen en la memoria, para luego ser utilizados como herramienta en la construcción de la imagen de marca o en el aumento de las ventas.
Un poco de historia
Después de la revolución en neurociencia en los años 80, la música se volvió una herramienta popular para estudiar el cerebro y entender mejor el sistema nervioso como base de la actividad psicológica individual.
Durante los primeros diez años del siglo XXI, muchos científicos y laboratorios comenzaron a investigar el cerebro utilizando la música. Tanto expertos en el mundo artístico, como personas sin experiencia en el tema, fueron utilizadas en estos estudios. El número de publicaciones sobre este tema aumentó considerablemente y la tendencia se consolidó dentro de la comunidad científica. Actualmente, la música continúa inspirando a muchos investigadores y, aunque puede parecer difícil reconciliar arte y ciencia, parece que se está logrando y sigue siendo un tema de discusión en la actualidad.
La música como herramienta
Es posible que pienses que la música que suena en tu tienda favorita es seleccionada al azar, pero en realidad se elige cuidadosamente para influir en tu estado de ánimo, tu intención de compra y cómo percibes la experiencia en general. De esta manera, podrías creer que tu experiencia de compra fue mejor de lo que realmente fue. Este método exitoso no es casualidad; se basa en estudios neurocientíficos que se adaptan a cada marca y crean una serie de melodías que modifican el comportamiento de compra de manera precisa a través de la ambientación musical del lugar.
Otro de los usos de la neuromúsica es la musicoterapia, una técnica terapéutica que utiliza la música de manera estandarizada y basada en evidencias para tratar a personas de todas las edades que presentan diferentes condiciones neurológicas. A través de intervenciones musicales, se busca lograr objetivos como la estimulación o rehabilitación cognitiva, del lenguaje, social, emocional, intelectual, motriz y sensorial.
Marketing y neuromúsica
En la actualidad, la presencia masiva de publicidad es algo más que habitual. Nos encontramos con diferentes tipos de publicidad todo el tiempo, y cada vez es más invasiva. Por esta razón, el neuromarketing musical está ganando más relevancia, ya que tiene la capacidad de influir de manera más sutil en el consumo de las personas.
La música utiliza la repetición de sonidos para comunicar, lo que la convierte en un medio muy poderoso. Además, las palabras pueden formar parte de la música, siendo el lenguaje su principal componente, ya sea hablado o escrito. En consecuencia, esta se considera un medio alternativo de comunicación que transmite mensajes, emociones y sentimientos.
El neuromarketing musical se está volviendo cada vez más importante en las estrategias de marketing empresarial. Permite que los clientes se conecten con la marca o el producto. Esta disciplina representa una nueva forma de entender al consumidor a través de sus emociones, que también tienen un papel importante en la toma de decisiones racionales.
En definitiva, la neuromúsica, ofrece una nueva perspectiva, siendo una de las vías más eficaces de acercarse al consumidor a través de sus emociones, y que también tiene un importante peso a la hora de tomar decisiones de manera racional.
La música se ha convertido en el comodín de las marcas
Música francesa en la sección de vinos de un supermercado o ritmos marchosos en una tienda de moda… No son fruto de la casualidad, sino del audiobranding.
“Las marcas utilizan todos los elementos a su alcance que, de una u otra forma, impactan en el subconsciente del consumidor”, cuenta Ramón Vives, director ejecutivo y cofundador de la agencia Sixième Son Spain. Los eslóganes, los olores, las imágenes o las luces son algunos de ellos. “Pero la música es el santo grial del marketing, porque es algo universal, rompe las barreras idiomáticas y estimula todo el cerebro”, prosigue.
La música es un elemento indispensable que se ha convertido en el “must have” para la experiencia en el punto de venta y la comunicación con el cliente. De hecho, ya no concebimos estar en un establecimiento sin música; y ésta es la responsable de atraernos o alejarnos de una marca.
El marketing sonoro consiste en crear melodías específicas para cada marca con el fin de que ésta conecte con el cliente. La calidad del producto, la exclusividad o la durabilidad son factores que se asocian a una buena imagen de marca y, como todos estos matices se perciben a través de los sentidos, hay que aprovecharlos. De todos ellos, el del oído (junto con el del olfato) es el sentido que más capacidad de recuerdo genera en el consumidor.
La música es un elemento esencial que plasma los objetivos y características de una empresa en sonidos y, además, traduce las intenciones y los valores de marca a través del sonido.
A la hora de escoger una melodía, hay que estudiar muy bien las peculiaridades y los objetivos de la marca, para adaptar los ritmos, los instrumentos y los estilos a su idiosincrasia. No es lo mismo crear un tema para una marca motera, donde hay que transmitir rebeldía y aventura, que crear música para un banco, donde la melodía debe remarcar seriedad, solidez… La música debe estar alineada con la compañía.
Pero su implementación no es tan fácil como parece. Hacer uso del audiomarketing no es sólo poner música en tu negocio y punto; es fundamental segmentar antes de implementar. Hay que elegir la música más adecuada para tu público objetivo, teniendo en cuenta factores como el producto o servicio, el ambiente, la temporada del año y la imagen que quieres transmitir.
En este sentido, hay que intuir bien al cliente, lo cual es complicado, porque nuestros gustos musicales evolucionan a medida que cumplimos años, cambia nuestra forma de vida, etc. Además, no es lo mismo dirigirse a un público joven que a uno menos joven. Por tanto, ya adelantamos que dar con la música perfecta es complicado, por la diversidad de estilos musicales existentes y el gran abanico de gustos musicales que puede tener cada público.
Por eso creemos que lo importante a la hora de diseñar el audiobranding de un negocio es que esa música defina e identifique a la marca con sus valores. Esos valores son los que el público afín a una marca comparte entre sí cuando compra un producto o un servicio, lo cual crea un vínculo estrecho target-marca. Aunque cada cliente tenga unos gustos personales distintos, esa marca les une gracias a la imagen que ésta refleja y con la que se ven identificados. Todo esto significa audiobranding: crear una imagen de marca a través de la música. Como podréis comprobar, escoger una canción implica mucho más que el hecho de poner un hilo musical para amortiguar un silencio, por lo que contar con el asesoramiento profesional es clave.
Otro factor muy importante es el volumen de la música. No es sólo cuestión de poner la música más alta o más baja; influyen otros muchos elementos como la acústica del espacio, el diseño del proyecto de megafonía… El volumen en sí tiene que ser notorio, pero sin robar el protagonismo a la marca y/o sus productos y que, además, no sea molesto para el público, porque en el momento en que la música dificulta la comunicación entre empleados y clientes, deja de ser un elemento potencial de venta y se convierte, justamente, en lo contrario.
Precisamente por ello, volvemos a apelar a los profesionales: es vital que el proyecto de megafonía esté desarrollado e instalado por profesionales serios y cualificados.
En TSLab no sólo creamos la identidad sonora de una marca, sino que también diseñamos y asesoramos a nuestros clientes sobre dónde colocar la megafonía, con qué potencia, etc. para que la experiencia del cliente sea óptima.
Favorecemos la identificación, la diferenciación y plasmamos los estados de ánimo que la marca quiere representar gracias a la textura sonora, el ritmo o la melodía.
En TSLab creamos tu identidad musical. Tenemos más de 1 millón de temas y un equipo de expertos en música para darle forma al hilo musical de tu marca, y, además, con una actualización non-stop: para que los temas sean siempre frescos y no haya repeticiones.
En definitiva, la imagen corporativa va mucho más allá que un simple estudio del look and feel. Es muy importante tener en cuenta la trascendencia de una buena estrategia de branding que potencie la sonoridad de las marcas.