Música y gastronomía, el maridaje perfecto

Música y gastronomía, el maridaje perfecto

¿Por qué es vital que los restaurantes cuenten con una estrategia de audiobranding?

¿Qué se está ‘cociendo’ ahora mismo en el sector gastronómico? La XVI edición de Madrid Fusión, la cumbre internacional de gastronomía de Madrid, se inauguraba el pasado 21 de enero, con el futuro de la cocina como hilo conductor. Las tendencias gastronómicas marcan formatos de negocio en hostelería, tipos de oferta, platos, técnicas, puesta en escena y, en definitiva, todo lo que tiene que ver con la relación con el comensal.

En el nuevo mapa de la restauración, el marketing sensorial tiene un papel importantísimo a la hora de ayudar a que la experiencia de los comensales sea más placentera y, combinada con las nuevas tecnologías, el cliente mantenga un buen recuerdo del restaurante.

Llegar al cliente mediante la estimulación de sus sentidos implica un cambio profundo en las estrategias para los negocios del sector gastronómico. La nueva gastronomía consiste ahora en transmitir emociones.

Por ejemplo, el deleite gastronómico ya no se concibe sin música. La música es un elemento muy importante en el sector de la hostelería. Tanto que influye en los comensales y en las sensaciones y emociones que sienten. Está demostrado que la música afecta tanto al sabor de la comida como al apetito.

Diversos estudios señalan la gran influencia de la música en el comportamiento de los comensales en un restaurante, ya sea en la velocidad a la que comen, en lo que gastan o en la experiencia general…

Un estudio realizado por la Universidad de Arkansas en un restaurante, empleó cuatro estilos musicales (jazz, hip hop, clásica y rock) y alimentos considerados  emocionales (chocolate) y no emocionales (pimientos). Los resultados fueron que los comensales tenían más apetito al escuchar música jazz y menos al comer con música hip hop. Según el estudio, la razón de esto tiene que ver con las emociones: los comensales se alegran cuando escuchan música de ritmos armoniosos y eso hace que el apetito crezca.

Los resultados de otro estudio publicado en Psychological Reports muestran la necesidad de elegir bien el tipo de música de un restaurante en concordancia con los objetivos que se quieran conseguir. Según los investigadores, un ambiente de restaurante más estimulado y energético provoca que la gente coma en exceso porque se le alienta a comer más rápido. Pero si la atmósfera del restaurante provoca que la gente se sienta más relajada y pase más tiempo disfrutando su comida, esto conduce a que coma menos.

Isidro Sánchez-Crespo, CEO de The Sensory Lab, nos explica que muchos establecimientos de la restauración “han pasado ya a la acción, equipándose con la tecnología necesaria para proporcionar experiencias memorables a través de la música, fortaleciendo notablemente su relación con el cliente”. “Comunicando con los sentidos se logra incentivar la lealtad de marca, aumentar la fidelidad de los clientes y crear un valor diferencial frente a la competencia, con el objetivo de maximizar los ingresos de los negocios”, añade.

Además, las experiencias que vivimos con música siempre se quedan guardadas en nuestros recuerdos. Existen momentos que solo recordamos por la música que nos acompañaba.

La gastronomía también baila

Hablamos mucho de la importancia que han ganado los festivales musicales y la capacidad que tienen para mover masas. Ahora, a la experiencia musical en estos festivales se le está añadiendo la gastronómica. Al público ya no solo le interesan los conciertos: también quiere estar cómodo y comer bien.

Cada vez más personas mezclan música y gastronomía en sus planes de ocio y muestra de ello es la fama que ya han adquirido festivales como PortAmérica, Gastromúsica o el Festival de los Sentidos.

La combinación de conciertos y gastronomía, de hecho, ya no es solo algo propio de eventos temático como el GastroMusical, el Eres Negre o el Enofestival, sino que ha contagiado a grandes eventos como el Rototom, que presume de oferta vegana, o el FIB y el DCODE, que se han rendido a la moda de los food-trucks.

“Cuando se trabaja en el ámbito de la innovación, combinar elementos tan potentes como la gastronomía y la música suele generar resultados muy interesantes”, dice Óscar Puente, alcalde de Valladolid y presidente de la red de destinos de turismo gastronómico Saborea España.

Basta con echar un ojo a las cifras: los festivales musicales congregaron en España a más de 1,5 millones de personas en el verano de 2017, y la gastronomía fue el motivo principal del viaje para más de nueve millones de turistas.

“Son dos disciplinas complementarias y muy atractivas para el turista gourmet, que es un tipo de turista por el que España debería apostar”, añade Puente.

Si la vida consiste en disfrutar, no hay mayor gozada que ir a un festival a ver a tus cantantes y grupos favoritos y encontrarse una buena oferta gastronómica.

Experiencia gastromusical

Desde el ‘picoteo’ con el vermú de las 12, la comilona del domingo con familia, la cena romántica o la quedada con amigos… Cada experiencia gastronómica es única y diferente. En el menú, también hay que saciar el apetito musical de los comensales y, en este sentido, de la misma manera que cada restaurante tiene un tipo de cliente determinado, también tiene necesidades diferentes musicalmente hablando.

Es muy importante elegir la música adecuada, teniendo en cuenta factores como el público, el horario. Pero, sobre todo, la música tiene que “sonar” a lo que el restaurante quiere transmitir.

Es muy importante elegir la música adecuada, teniendo en cuenta factores como el público, el horario y qué es lo que el restaurante quiere transmitir.

Cadenas de la talla de Hamburguesa Nostra, Burger King, Foster’s Hollywood, Asador de Aranda, Celicioso o Pastelería Mallorca tienen claro que la música es un factor esencial a tener en cuenta en la restauración del futuro y han confiado en TSLab para escoger la música adecuada para sus restaurantes. Gracias a nuestra amplia experiencia en audiobranding, estos clientes han armonizado el ambiente de sus locales, con un hilo musical en consonancia con su imagen de marca y con las sensaciones que quieren transmitir.

Por ejemplo, Burger King y Foster’s Hollywood se caracterizan por flujos rápidos de público joven y familiar, optando por grandes hits del pop y el rock de los últimos años.

En el lado más tradicional está Asador de Aranda, gastronomía en esencia pura, cuyos platos son todo un clásico. Esa autenticidad la expresamos mediante música instrumental compuesta por grandes orquestas, música new age y chill out.

Por otra parte, Hamburguesa Nostra y Pastelería Mallorca son marcas que mezclan tradición e innovación, valores que quieren reflejar a través de la música. En Hamburguesa Nostra la carne es la protagonista y prima el concepto de calidad; ese concepto lo transmiten, según el momento del día y el tipo de cliente, a través de música que incluye desde los éxitos actuales a la música más indie o con un toque de house. En Pastelería Mallorca no sólo podemos deleitarnos con los mejores dulces y con platos gourmet, sino también con las mejores versiones en covers, bossa nova y música chill, disfrutando de la estancia a un ritmo tranquilo y sosegado.

Celicioso le da el toque disruptivo al negocio y así lo expresa su música. Ambiente moderno y sofisticado, con las últimas tendencias del lounge y ritmos bajo la tendencia chill.

 

En un entorno cada vez más competitivo y saturado, los negocios de la restauración piensan en cómo vender mejor sus productos y servicios y son conscientes de la importancia de generar experiencias y sensaciones únicas a sus clientes. Cada vez más restaurantes apuestan por captar a través de los sentidos como estrategia de marketing.

No cabe duda de que el restaurante del futuro será más digital e inteligente; pero tampoco nadie duda de que ya no bastará con productos de calidad, platos atractivos o interiorismos impactantes. El nuevo perfil de consumidor quiere vivir experiencias gastronómicas totalmente personalizadas, únicas y de vanguardia en las que se estimulen todos los sentidos, por lo que el objetivo es personalizar la experiencia y hacer sentir único al comensal.

Gusto, olfato, vista y oído. El marketing sensorial es una de las grandes apuestas para dibujar el restaurante del futuro, en el que seducir al comensal será el gran reto.

 

 

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