La cartelería digital, una herramienta esencial en el marketing moderno, tiene una historia fascinante que refleja la evolución de la tecnología y la comunicación visual.
Los orígenes
La señalización digital comenzó a ganar popularidad en la década de 1970, cuando las primeras pantallas electrónicas aparecieron en espacios públicos. Estos primeros monitores, que utilizaban tecnología CRT (tubo de rayos catódicos), eran limitados en términos de calidad de imagen y capacidad de contenido.
Sin embargo, representaban un avance significativo al permitir la actualización dinámica de la información, algo que los carteles impresos no podían ofrecer. Los aeropuertos y estaciones de tren fueron de los primeros en adoptar esta tecnología, usando pantallas para mostrar horarios y anuncios.
El auge de los años 90
En la década de los 90, la tecnología de pantallas y los sistemas de gestión de contenido digital avanzaron significativamente. Las empresas empezaron a utilizar pantallas LED y plasma para mostrar mensajes publicitarios en centros comerciales, aeropuertos y otros lugares concurridos. Estos avances permitieron la actualización en tiempo real de los contenidos, haciendo que la comunicación fuera más relevante y atractiva.
La revolución del siglo XXI
El verdadero auge de la señalización digital llegó con la era de Internet y la digitalización masiva a principios del siglo XXI. Con la mejora en la resolución de las pantallas y la capacidad de conectar dispositivos a redes, las empresas pudieron gestionar contenidos de manera remota y programar cambios automáticos.
Interactividad y personalización
En la última década, esta tecnología ha experimentado una revolución con la incorporación de funcionalidades interactivas. Las pantallas táctiles, el reconocimiento facial y la inteligencia artificial permiten a las marcas ofrecer experiencias únicas a los usuarios, adaptando los contenidos en tiempo real según el perfil del espectador, lo que aumenta la efectividad de los mensajes publicitarios.
Aplicaciones en diversos sectores
La cartelería digital se ha expandido a numerosos sectores más allá del retail y los centros comerciales. En el sector de la salud, se utiliza para mostrar información de pacientes, horarios de médicos y campañas de salud pública. Para la educación, las pantallas digitales son herramientas para la comunicación interna y la enseñanza interactiva. En el entretenimiento y la hostelería, se utilizan para guiar a los visitantes, mostrar menús y promocionar eventos. La flexibilidad y la capacidad de adaptación de la cartelería digital la hacen valiosa en casi cualquier entorno.
El futuro de la cartelería digital
Mirando hacia el futuro, la cartelería digital promete ser aún más inmersiva e interactiva. Las tecnologías emergentes como la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR) están empezando a integrarse, creando experiencias envolventes que atraen y retienen la atención del público. Imagina un escaparate de una tienda donde los clientes pueden probar virtualmente la ropa o un restaurante donde los menús en AR muestran los platos en 3D. Además, la integración con dispositivos móviles y el Internet de las Cosas (IoT) permitirá experiencias aún más personalizadas y contextuales.
En resumen, la trayectoria de la cartelería digital o digital signage es un testimonio de cómo la innovación tecnológica puede transformar la manera en que comunicamos y experimentamos la información visual. Desde los primeros monitores hasta las sofisticadas pantallas interactivas de hoy, el digital signage sigue siendo una herramienta vital para captar la atención y mejorar la experiencia del usuario en el mundo moderno.
¿Qué es la gamificación en la cartelería digital y cómo funciona?
La integración de técnicas de gamificación en los sistemas de Digital Signage o cartelería digital se ha convertido en una tendencia cada vez más popular, ofreciendo una manera emocionante y atractiva de interactuar con los clientes. Esta estrategia emplea elementos interactivos y contenidos personalizados, brindando una experiencia de entretenimiento única.
Al involucrar a la audiencia en una forma divertida de interactuar con los productos y servicios exhibidos en pantallas o carteles digitales, se incentiva la realización de compras y la obtención de información adicional sobre lo ofrecido, convirtiéndose en una herramienta de marketing extremadamente eficaz. Aprovechar esta poderosa herramienta puede brindar resultados sorprendentes.
Ventajas de las estrategias de gamificación
La gamificación puede ser una muy buena herramienta para captar la atención de los clientes, elevar la motivación de los empleados y promover un mejor desempeño del personal.
Esta técnica enfatiza comportamientos positivos como la lealtad y la eficiencia, reforzando dichas cualidades. Además, al ofrecer recompensas tangibles como descuentos o puntos adicionales, las empresas pueden seguir construyendo relaciones sólidas con los clientes y hacer que los empleados se sientan valorados.
En resumen, el propósito de la gamificación es crear experiencias que sean a la vez productivas y agradables, lo que la convierte en una herramienta infalible para las empresas.
Ejemplos y casos de éxito de gamificación en pantallas interactivas
Recientemente, multitud de empresas han empleado aplicaciones de juegos en sus pantallas interactivas para brindar a los clientes experiencias interactivas en las tiendas.
Por ejemplo, Sony, durante el período de ventas del Black Friday, solicitó a los compradores que probaran las funcionalidades de los artículos a través de un juego virtual de peces de colores, ofreciendo descuentos o regalos a quienes lograran avanzar en el juego.
KFC ha desarrollado un juego de realidad virtual que permite a los empleados formarse en un entorno virtual de cocina. El juego está diseñado para enseñar a los empleados a preparar los productos de KFC, y está gamificado para que el aprendizaje sea más atractivo e interactivo.
Este enfoque ha demostrado ser exitoso, generando gran expectativa en las redes sociales y atrayendo mayor participación de los consumidores en los comercios. Estos casos sugieren que incorporar juegos como parte de la estrategia de cartelería digital puede ser altamente beneficioso, siempre y cuando se implemente de manera adecuada.
Antes de nada, párate a pensar en los dispositivos que tienes a tu alrededor. Sean cuales sean, es muy probable que incluyan algún tipo de Inteligencia Artificial (IA) en su funcionamiento. Desde los textos predictivos de tu móvil hasta las recomendaciones de tus redes sociales o plataformas de streaming. Así como por ejemplo en la cartelería digital que vemos cuando paseamos por la calle o centros comerciales. Todo forma parte del «misterioso» mundo de las IAs.
Permítenos llevarte a un viaje por este mundo de la creación de contenidos impulsada por la Inteligencia Artificial. Considera esta tu hoja de ruta para comprender y utilizar la IA, una herramienta que sin duda revolucionará tus métodos actuales.
Pero, ¿qué es la Inteligencia Artificial?
Lo primero que tenemos que entender es que la Inteligencia Artificial es un software que realiza operaciones similares a las humanas, como el autoaprendizaje. En otras palabras, es un programa informático o software que imita las capacidades intelectuales y cognitivas de las personas.
Inteligencia Artificial Generativa (IAG), la revolución del diseño
La Inteligencia Artificial Generativa utiliza algoritmos avanzados y redes neuronales que aprenden de textos e imágenes y, a partir de ese aprendizaje, generan contenidos nuevos y únicos. Ahí está la clave y la pequeña revolución: la creación de contenido original a partir de datos existentes.
Actualmente, todos los programas de diseño incluyen funcionalidades o herramientas de IA. Incluso Adobe ha creado su propia plataforma de inteligencia artificial, Adobe Sensei, que se utiliza en muchos de sus productos para diseñadores, como Photoshop, Illustrator e InDesign. Sin embargo, el gran salto está en los softwares específicos, como Midjourney, DALL-E o Leonardo.ai.
El prompt. La clave para crear un buen diseño mediante inteligencia artificial
El prompt es una pista, dada en frases cortas, que proporciona al modelo de inteligencia artificial una idea clara del contenido que debe producir. Es como un briefing en un proyecto.
A partir de este prompt, la IA proporciona información sobre el tipo de empresa y los requisitos de diseño. Incluye el tema, la atmósfera deseada, los elementos preferidos y la combinación de colores.
¿Cómo crear un buen prompt?
Sé claro y conciso.
Proporciona suficiente contexto.
Comunica un estilo y un formato coherentes.
Personaliza las instrucciones.
Menciona la calidad esperada (HD, 4k, 8k, etc).
¿En qué ámbitos del diseño podemos aplicar las IAs?
El uso de la inteligencia artificial se extiende a diversos campos. Aquí te sugerimos algunos ejemplos:
Edición fotográfica
Con la ayuda de la IA, puedes mejorar imágenes y fotografías más fácil y rápidamente. Puede agilizar el reconocimiento de patrones, colores y formas, corregir errores automáticamente y perfeccionar los bordes de las imágenes, entre otras cosas.
Generación de ideas
¿Experimentas un bloqueo creativo? La inteligencia artificial puede ser tu mejor aliada para inspirarte. Muchos diseñadores recurren a esta tecnología cuando necesitan generar ideas para proyectos complejos.
Diseño gráfico para publicidad
Mediante el uso de la IA, también puedes optimizar la creación de anuncios y banners más atractivos, así como carteles digitales para negocios físicos. Proporcionando a la herramienta el perfil del cliente, puede ofrecer un resultado adaptado a las necesidades del usuario final.
Búsqueda de recursos
Especialmente cuando necesitas un recurso gráfico muy específico, la inteligencia artificial puede ofrecerte un resultado de búsqueda muy óptimo. Por ejemplo, una fotografía con un número determinado de personas en un escenario concreto, realizando una acción específica.
Creación de imágenes
La inteligencia artificial también desempeña un papel fundamental en la creación de imágenes desde cero. Solo debes proporcionarle una serie de características de cómo quieres la imagen, para que basado en el criterio de la IA obtengas distintas alternativas.
Ejemplos de marcas conocidas que utilizan inteligencia artificial
Netflix
Utiliza algoritmos de aprendizaje automático para analizar el comportamiento de los usuarios, como las películas o series que ven, las que abandonan, las que califican o las que añaden a su lista. A partir de estos datos, Netflix crea perfiles individuales y les ofrece sugerencias personalizadas de contenidos que puedan interesarles.
IBM
IBM es una empresa líder en inteligencia artificial. Proporciona a sus clientes herramientas de IA para mejorar sus sistemas empresariales y flujos de trabajo. Su producto estrella, IBM Watson, ha tenido un gran éxito.
Starbucks
La cadena de cafeterías más famosa de todas también se suma a la tendencia de la IA. Starbucks la utiliza para mejorar el servicio al cliente personalizando las ofertas y promociones que se muestran a cada usuario en su aplicación móvil.
Nike
Nike utiliza la inteligencia artificial para generar y personalizar contenidos para sus clientes, tanto en sus tiendas físicas como en sus plataformas digitales. También utilizan una herramienta de IA llamada Nike Fit, que permite a los clientes escanear sus pies con su teléfono móvil y obtener la talla exacta de los zapatos que quieren comprar. Además, utilizan también la IA llamada Nike By You, que permite a los clientes diseñar y personalizar sus propias zapatillas, eligiendo los colores, los materiales o los detalles.
Stradivarius
Stradivarius ha sido una de las marcas pioneras en la industria de la moda en lanzar una colección reinterpretada con inteligencia artificial. Desde las prendas hasta las modelos, todo en Stradivarius se ha creado virtualmente.
Hilton
El sector de la hostelería también está adoptando esta tecnología, y Hilton ha sido la cadena pionera en este sector. Su asistente virtual, Connie, mejora significativamente la experiencia de los huéspedes respondiendo a preguntas, recomendando restaurantes, sugiriendo atracciones turísticas, etc.
Sephora
Sephora incorpora inteligencia artificial para hacer recomendaciones de productos específicos en función del perfil de cada cliente. También incluye un asistente virtual, Beauty Experts, en su sitio web para responder a las consultas de los usuarios.
La cartelería digital se ha convertido en una herramienta imprescindible para la comunicación y la publicidad hoy en día. Para sacarle el máximo partido a esta tecnología, es necesario contar con un sistema de gestión de contenidos o CMS. Con el uso de estas herramientas no solo simplificamos la administración de contenido multimedia, sino que también potenciamos la creatividad y la eficacia de la cartelería digital.
Puntos clave para una buena gestión del contenido digital
El software utilizado
Actualmente hay una amplia variedad de softwares que ofrecen el servicio de gestión de contenidos multimedia. La mayoría de estas aplicaciones ofrecen soluciones web o en la nube donde el software está instalado en un servidor y se accede a él fácilmente a través de un navegador o app accediendo desde cualquier ordenador o móvil.
Para que la administración de estos contenidos se realice de forma correcta y eficiente, estos softwares deben contar con diferentes requisitos o características:
Agilidad: necesitamos ser capaces de crear y mantener contenidos de la forma más sencilla posible para que la información que emitimos en el canal sea diversa y muy dinámica.
Control: un buen software también debería permitir un control continuo de lo que sucede en los dispositivos remotos, monitorear su estado y ser capaz de responder en caso de que ocurra un error o se necesite una actualización.
Facilidad de uso: para que un sistema sea ágil, es importante que sea fácil de utilizar. Normalmente, la gestión de este tipo de canales se asigna a personas de diferentes departamentos, y en ocasiones estas personas cambian. Un sistema simple permite un aprendizaje casi instantáneo.
Adaptado para su sector: no todo el software está diseñado para todas las industrias. Muchos de estos programas han sido diseñados para satisfacer las necesidades de un sector particular y se han adaptado a otros sectores con el tiempo. Las necesidades de canales corporativos para las empresas son muy diferentes a las necesidades de sistemas para restaurantes u hoteles con salas de conferencias. Un software universal para cada sector con módulos verticales es la solución ideal para adaptarse a las necesidades específicas de cada instalación.
El funcionamiento del player o reproductor
El player o reproductor es el dispositivo encargado de mostrar nuestro contenido en cada pantalla y es el principal responsable de que nuestra información o publicidad llegue al público de la forma deseada. La capacidad de reproducir materiales de forma fluida y, sobre todo fiable, es muy importante cuando este tipo de equipos van a funcionar sin supervisión durante largas horas.
Características que deben tener:
Fluidez: los players deben poder reproducir contenido sin problemas ni interrupciones.
Fiabilidad: en muchos casos, los players deben trabajar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. Por este motivo, es muy importante que sea fiable y requiera un mantenimiento mínimo durante todo su ciclo de vida.
Protección: un dispositivo de estas características debe estar protegido del uso normal. Por ejemplo, si se usa desde un dispositivo Windows, hay que configurarlo para que no se ejecute en el escritorio de usuario estándar sino solo en la aplicación de reproducción de contenido.
Capacidad de gestión: posibilidad de acceder a todos los dispositivos de nuestra red de forma remota para monitorearlos y tomar medidas si es necesario. Por otro lado, es necesario configurar los temporizadores de encendido y apagado y hacerlo de forma remota desde el software central.
El contenido
El contenido va a ser lo que queremos transmitir a los espectadores y deberá ser diseñado y considerado para adaptarse a cada necesidad. Si por ejemplo se usa en los expositores de las tiendas, donde sólo tenemos 2 o 3 segundos para captar la atención de un cliente potencial que camina por la acera, no puede diseñarse del mismo modo que el contenido que aparecerá en una pantalla que está instalada en la sala de espera de una clínica, donde los pacientes pasan entre 5 y 45 minutos frente a la pantalla.
A la hora de diseñar contenidos debes tener en cuenta que deben ser:
Transitorios: deben adaptarse a la usabilidad de cada configuración y tener en cuenta el tiempo de impacto y las impresiones totales (duración total del carrusel antes de que se repita el contenido).
Dinámicos: dependiendo de la ocasión, es importante que la presentación sea cambiante con el tiempo para que el contenido se mantenga fresco todos los días. Un buen software de digital signage ofrece actualmente los llamados widgets, es decir, herramientas para presentar en tiempo real contenidos generados automáticamente, como información meteorológica, que no requieren un procesamiento importante.
Interesantes: en muchos sectores, los sistemas de cartelería digital tienen como objetivo aumentar la fidelización del público mediante la creación de contenidos atractivos y diferenciados. Hay muchos clientes o usuarios que se encuentran a diario con pantallas y debes asegurarte de que siempre estén prestando atención para que el canal sea más efectivo.
¿Cómo elegir una pantalla? Con la multitud de modelos, tecnologías, características y precios que puedes encontrar en el mercado, esta tarea puede resultar abrumadora. Sin entrar en marcas y tecnologías, te vamos a explicar las principales características que debes tener en cuenta al adquirir una pantalla. Como especialistas en cartelería digital, esta guía está orientada para este cometido, pero vamos a hablar de características comunes que te servirán para cualquier uso que le vayas a dar. Esperamos que te ayude a entender las diferencias de precio que puedes encontrar, siempre bajo lo premisa de que no hay una pantalla mejor que otra, si no la pantalla adecuada.
Características a tener en cuenta para elegir una pantalla:
Tamaño
El tamaño de una pantalla se mide en pulgadas y en diagonal, desde una de las esquinas inferiores hasta la opuesta superior. Siempre sin contar el marco o bisel. Una pulgada equivale a 2,54 cm, así que una pantalla de 32″ exactas medirá 81,28cm de esquina a esquina.
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Tener en cuenta la distancia de visionado. Por norma general, cuanto más lejos esté el espectador de la pantalla, mayor tamaño debe tener esta. Y viceversa, ya que visualizar una pantalla demasiado grande desde cerca puede provocar que no veamos correctamente la imagen si la densidad de pixeles (que veremos más adelante) no es suficiente.
Resolución
La resolución hace referencia a la cantidad de píxeles que forman la pantalla. A mayor de número de píxeles la resolución es mayor y se entiende que tendrá mejor calidad de imagen. No obstante, esto va a depender de la densidad de píxeles y del contenido. Si el contenido está creado en una resolución menor al de la pantalla, está lo mostrará, pero no mejorará su calidad.
La resolución se expresa con dos cifras separadas por el símbolo ‘X’, por ejemplo: 1920×1080. La primera cifra indica el número de píxeles que hay en horizontal, mientras que la segunda indica la cantidad vertical. La multiplicación de ambas cifras nos daría el número total de píxeles. También, para simplificar, se suelen expresar utilizando la segunda cifra seguida de la letra ‘p’. Por ejemplo, es común referirse a una pantalla de 1920×1080, simplemente como 1080p. Al tratarse de un estándar se da como sobreentendido el 1920.
También hay que tener en cuenta que, a mayor resolución, mayor será el consumo de la pantalla debido a la potencia de hardware necesaria para mostrar mayor cantidad de píxeles.
Existen multitud de resoluciones, pero vamos a hablar solo de las más comunes, que suelen ser conocidas también por sus nomenclaturas comerciales (Full HD, QHD, 4K, etc), aunque estas últimas no siempre son fiables como dato y responden más a un reclamo publicitario que técnico.
1280 x 720
Conocida comercialmente como HD (High Definition). En cuanto a monitores y pantallas es la resolución más baja de lo que llamamos ‘alta definición’. Está entrando en desuso y solo es común encontrarla en pantallas de bajo coste o en televisores domésticos de tamaños inferiores a 32″.
1920×1080
Alias FHD o Full HD (Full High Definition). Es unos de los estándares más utilizados a día de hoy por su relación calidad-precio. Ofrece bajo coste y buena calidad de imagen en pantallas de pequeño y mediano tamaño.
2560×1440
Esta es de las más confusas en cuanto a denominación. Según donde lo consultes podrás ver que se refieren a esta resolución como QHD (Quad High Definition), WQHD (Wide Quad High Definition) o erróneamente como 2K. También es conocida comúnmente como 1440p. Es un salto importante en cuanto a número de pixeles respecto al 1080p. Está ganando terreno conforme va abaratando su coste, ya que permite mayor definición en pantallas más grandes.
3840×2160
También conocida como UHD (Ultra High Definition). Es lo que comúnmente llamamos 4K, pero esta denominación es objeto de debate. El famoso término 4K hace referencia a la cantidad de píxeles horizontales. Normalmente se considera 4K cualquier pantalla que ronde los 4000 píxeles horizontales. En este caso estaríamos en 3840, una cifra lo suficientemente cercana como para concederle la categoría 4K. No obstante existe otra corriente que separa el UHD del 4K, considerando 4K a la resolución 4090 x 2160. Como se trata de términos comerciales e interpretables, no vamos a debatir sobre el nombre que deben recibir, simplemente te lo contamos para que sepas lo que te vas a encontrar.
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Es importante tener en cuenta que las nomenclaturas (HD, FHD, QHD, 4K, etc), no son términos estrictamente técnicos, si no denominaciones comerciales que en ocasiones se aplican indistintamente a diferentes resoluciones, dando lugar a errores o confusión. Podemos utilizarlas como referencia para simplificar, pero sabiendo que el dato técnico e importante es el número de píxeles horizontales y verticales.
Por otra parte, la elección de la resolución depende de diferentes factores como son: el contenido, el tamaño de la pantalla y la distancia de visionado. Pero principalmente, para sacarle el máximo partido, asegúrate que el contenido que se va a mostrar esté creado en la misma resolución (o superior) de la pantalla. Es decir, no tiene sentido adquirir una pantalla 4K si los contenidos de los que vas a disponer son de una resolución inferior.
Densidad de píxeles, definición de imagen y distancia de visionado
Estos tres conceptos están relacionados entre sí
La densidad de píxeles es la relación entre resolución y tamaño, o lo que es los mismo: la cantidad de píxeles por pulgada. Las nomenclatura utilizada para medirla es PPI (pixel per inch), también conocida como DPI (Dots per inch). Este valor va a afectar en la definición de la imagen y en la distancia óptima de visionado. Una densidad baja implica que, para abarcar toda la superficie, los píxeles sean más grandes, que exista más separación entre ellos, o ambas a la vez
Como adelantábamos en el anterior punto, una mayor resolución no necesariamente implica mejor definición de imagen, va a depender también de la densidad de píxeles. Veámoslo con unos ejemplos que suelen darse en la práctica: imaginemos un telefono movil de 7″ HD (1280×720), frente a un televisor de 32″ FHD (1920 x1080). El televisor tiene mayor resolución, pero el móvil tiene una mayor densidad de píxeles. Estamos hablando de 209 frente a los 68 del televisor, una diferencia entorno a tres veces superior con una resolución menor.
¿Y esto que supone? Generalmente, es preferible mayor resolución, pero aquí entra en juego la distancia de visionado. Un televisor está pensado para ser observado desde varios metros de distancia, de forma que la separación entre pixeles o su tamaño va a ser imperceptible, y a pesar de la baja densidad, los vamos a ver los suficientemente juntos, o pequeños, como para percibir la imagen de forma nítida. De hecho, para pantallas que vamos a ver desde lejos no merece tanto la pena invertir en resoluciones muy altas (4K, 8K), a no ser que se trate de pantallas muy grandes, ya que a partir de determinada distancia o densidad de pixeles, las diferencias son poco perceptibles. La cosa cambia cuando tenemos que ver la pantalla desde cerca, como es el caso de los móviles o monitores de PC. Si no tenemos una densidad relativamente alta, al acercarnos a la pantalla vamos a percibir los pixeles y vamos a ver la imagen con poca definición o incluso borrosa.
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Como norma general, dentro de unos rangos y calidades diferentes, los fabricantes suelen dotar a las pantallas de unos PPI suficientes para el cometido y tamaño de cada dispositivo. Pero en definitiva, debemos tener en cuenta que: a mayor distancia de visionado, menos importante es la densidad de píxeles.
Una pantalla táctil, que se va a utilizar desde una distancia muy corta, requiere de una densidad de píxeles alta para que el usuario vea la imagen con total nitidez.
Relación de aspecto
La relación de aspecto es la proporción de la altura respecto a la anchura. La relación de aspecto estándar es 16:9. es decir, que por cada 16 partes horizontales hay 9 verticales. Casi todas las pantallas que puedes encontrar en el mercado son 16:9. Todas las resoluciones que hemos visto en el anterior punto guardan esta relación debido a que se ha estandarizado el contenido en estas proporciones. No obstante, puedes encontrar algunos formatos especiales o crear tu propia pantalla utilizando cabinets LED.
Este aspecto es importante a tener en cuenta para nuestro contenido, que debe tener la misma relación para que encaje correctamente en la pantalla.
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La elección de una pantalla siempre tiene que responder a tus necesidades. No obstante, a menos que necesites una forma específica de pantalla o la requieras para una función muy concreta, lo conveniente es adquirir una pantalla en 16:9, ya que va a ser más sencillo encontrar y adaptar contenido.
Brillo
El brillo o luminosidad es la intensidad de luz que puede emitir una pantalla. Se mide en candelas por m2 (cd/m2), también denominadas nits. Es una característica a tener en cuenta en digital signage, principalmente si vas a utilizar la pantalla en exteriores, ya que, para que una pantalla sea visible a la luz del día, va a necesitar un brillo alto.
El rango de brillo es muy variable dependiendo de la iluminación ambiental y va desde los 250 nits que puede tener una pantalla doméstica, hasta los 8000nits que puede tener una pantalla que reciba luz directa del sol.
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Las pantallas con más brillo tienen un coste notablemente superior pero, a no ser que las circunstancias lo requieran, más brillo no es necesariamente mejor. De hecho, un brillo demasiado alto en un entorno interior u oscuro puede llegar a deslumbrar. Además supone un consumo de energía superior. El brillo es regulable y podríamos reducirlo, pero estaríamos pagando por algo que no vamos a utilizar. Para no hacer un gasto innecesario, lo más conveniente es adquirir una pantalla con los nits suficientes para la ubicación en la que va a estar instalada.
Las pantallas instaladas en exteriores requieren de un brillo muy alto para ser visibles a plena luz del día.
Tasa de refresco
La tasa de refresco es la cantidad máxima de fotogramas que puede mostrar una pantalla por segundo. El estándar actual de una pantalla es de 60Hz, es decir, 60 fotogramas por segundo, aunque existen pantallas con tasas mucho mayores. Este aspecto afecta a la fluidez de movimiento y a la nitidez de las imágenes mientras se desplazan.
En los últimos años, la tasa de refresco se ha convertido en un aspecto importante para el mundo del videojuego, y principalmente en los e-sport, donde se llegan a pantallas de 240Hz buscando que los jugadores tengan tiempos de reacción más rápidos. No obstante, para un uso fuera del videojuego, debemos tener en cuenta lo siguiente:
El estándar está en 24 fotogramas en cine y 30 en televisión. Existen películas y contenidos grabados con mayor frecuencia, pero la gran mayoría de contenido de cine, series o vídeo que consumimos están grabadas en frecuencias estándar, por lo que una pantalla de 60 Hz sería más que suficiente para la mayoría de usos, incluido jugar.
El contenido te marcará la frecuencia máxima. Es decir, si tienes un vídeo grabado a 24 fotogramas por segundo, tu pantalla no aumentará su número de fotogramas independientemente de su tasa de refresco. No obstante, existen pantallas con tecnología capaz de aumentar mediante software el número de frames.
La percepción de fluidez es mucho más notable en frecuencias bajas que altas. El paso de 30Hz a 60Hz es mucho más perceptible que el paso de 144Hz a 240Hz.
Los fabricantes suelen sacrificar Tasa de refresco en favor de resolución, y viceversa. Esto es debido a que, cuanto mayor sea el número de píxeles, se necesita un hardware más potente para que la tasa de refresco sea alta. Esto dispara el coste de las pantallas, así que, aunque hay modelos de todo tipo y precio, es común encontrarse con combinaciones de resoluciones bajas con frecuencias altas, y viceversa.
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Tu elección debe depender, como es habitual, del contenido. No obstante, para un uso de cartelería digital, el estándar de 60Hz sería suficiente.
Grado de protección IP
Esta es una característica vital para una pantalla que se vaya a instalar en exteriores. Determina la resistencia a los factores ambientales. Se expresa con las siglas IP seguidas de dos dígitos. El primer dígito hace referencia a su resistencia al polvo, mientras que el segundo se refiere a su resistencia al agua. Por ejemplo, un grado de protección IP66, sería hermético al polvo y resistente a lluvia intensa. Aquí te dejamos la tabla de referencias: Grados de protección
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Esta característica solo suele ser relevante en usos exteriores. Para un uso en interior, normalmente, no es necesario prestarle atención, a no ser que hablemos de entornos de trabajo con polvo en suspensión o riesgo por uso de líquidos, o zonas como, spas, saunas o similares cuya humedad pueda ser perjudicial para el dispositivo.
Vida útil y tiempo de funcionamiento
Se estima que la vida útil media de una pantalla son 60.000 horas de uso, aunque hay modelos con duraciones superiores. Esto no significa que la pantalla vaya a dejar de funcionar súbitamente tras este tiempo si no que, conforme se vaya acercando al fin de su vida útil, podremos comenzar a percibir la degradación en forma de pérdida de brillo, manchas en la pantalla o píxeles muertos. Salvo fallo de alguna pieza esencial, la degradación es progresiva y se considera que ha llegado a su vida útil cuando no permite visualizar las imágenes de forma óptima.
No obstante, es importante que tengamos en cuenta el tiempo de funcionamiento diario, ya que un uso intensivo puede acortar la vida útil. Una pantalla estándar está concebida para funcionar unas 6-8 horas al día como máximo. Sobrepasar estos tiempos no va a hacer que la pantalla se estropee de forma inminente, pero si se hace de manera reiterada acortará su vida útil. Los componentes electrónicos sufrirán un sobrecalentamiento que, si se prolonga en el tiempo, puede acelerar la degradación de los mismos. No obstante, en el mercado existen pantallas para usos más intensivos.
También hay que prestar atención al contenido en este aspecto. Las imágenes estáticas pueden dañar la pantalla si se mantienen de forma permanente.
Como ves, la vida útil depende de diferentes factores, pero este dato te va a servir como referencia para calcular cuándo tendrás que renovarla.
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Haz una previsión de funcionamiento diario y elige una pantalla concebida para tu intensidad de uso, alargarás la vida útil y tendrás que renovarla con menor frecuencia.
Una pantalla de cartelería digital está encendida durante todo el horario comercial, por lo que tendremos que adquirir una pantalla concebida para ese uso intensivo.
Esperamos que esta pequeña guía te dé una visión general que te saber cómo elegir una pantalla con mayor facilidad. En cualquier caso, si tienes alguna duda puedes consultarnos sin problema.
Es posible que hayas llegado hasta aquí preguntándote qué es el digital signage y para qué sirve, así que vamos a explicar de la forma más sencilla en qué consiste esta potente herramienta cada vez más utilizada en retail. El digital signage, también conocido como cartelería digital, es un sistema de pantallas que permite la visualización de contenidos publicitarios o informativos en tiendas, centros comerciales, supermercados, exteriores, etc. Esto sería a grandes rasgos la definición de digital signage pero, ¿Cuáles son los elementos necesarios para que este sistema funcione? Pues, un circuito de digital signage está básicamente formado por al menos una pantalla, un player, el contenido visual que se quiere mostrar y un software para gestionar dicho contenido. Con estos cuatro elementos ya dispondríamos de un sistema de digital signage funcional.
No obstante, la cartelería digital no es un producto cerrado, si no que podemos construir un circuito tan grande como queramos, sin tope de pantallas ni limitaciones geográficas gracias a softwares que permiten la gestión remota a través de Internet. Las posibilidades son enormes, así que vamos a ver cada uno de los apartados para las ver todas las opciones de que disponemos en función de cada necesidad.
Tipos de pantallas para digital signage
Uno de los primeros dilemas que se presenta cuando quieres instalar un sistema de cartelería digital en tu negocio es: qué tipo de pantalla elijo. Vamos a empezar diciendo que no existe un tipo de pantalla mejor que otro. Como en todos los productos, cada una tiene sus ventajas y desventajas. El mejor tipo de pantalla es aquel que mejor se adapta a tus necesidades. Esto será aplicable igualmente al software y a los contenidos. En el caso de las pantallas, elegiremos un tipo u otro en función de dónde vaya instalada y de la función que queremos que cumpla.
Antes de profundizar en cada tipo de pantalla hay que decir que todas tienen su versión para interiores y su versión para exteriores. Lo que diferencia a unas de otras es su resistencia a las inclemencias climatológicas y su nivel de brillo. El nivel de brillo es un aspecto vital en una pantalla situada en exteriores, ya que, al recibir la luz del sol necesitará tener un brillo alto para que sea visible. Sin embargo, también habrá que prestarle atención a este aspecto en interiores dependiendo de la intensidad de iluminación de la estancia.
Podríamos clasificar los tipos de pantallas en los siguientes grupos:
Monitor profesional
Un monitor profesional viene a ser similar a una pantalla de televisión o un monitor de PC, pero preparada para funcionar durante más tiempo al día, llegando a disponer de pantallas que pueden funcionar durante 24 horas diarias sin interrupción. Generalmente son utilizadas en interior y pueden ser táctiles, en caso que queramos generar interactividad con el cliente.
Pantalla Led
No debemos confundir las pantallas LED con las pantallas de retroiluminación LED utilizadas en televisores y monitores de ordenador. Cuando hablamos de pantallas LED nos referimos a las que están conformadas por píxeles que contienen diodos LEDS agrupados. A diferencia de las pantallas LED de ordenador o televisor, los LEDS no se utilizan para iluminar la imagen, si no que son los propios diodos LED los que conforman la pantalla. Lo más característico de las pantallas LED es que son modulares. Esto les permite tener cualquier dimensión, sin límite de tamaño, facilitando el transporte e instalación en pantallas de grandes dimensiones. Además, esta característica permite que, en caso de fallo de algún diodo, no habría que sustituir toda la pantalla, sino únicamente el módulo que contenga los diodos dañados. Otra de las ventajas es que suelen tener un ángulo de visión más amplio en comparación con otros tipos de pantallas.
Las pantallas LED suelen ser utilizadas para exteriores -por ser especialmente resistentes- y cuando se necesitan pantallas de gran tamaño o con algún tipo de curvatura, gracias a su capacidad modular y su mayor facilidad de montaje. Su separación entre píxeles les hace tener menor definición a corta distancia, pero son una opción indicada para fachadas o escaparates que van a ser vistos desde larga distancia.
Videowall
Un videowall consiste en varios monitores agrupados para formar una pantalla mayor. Podríamos considerar al videowall como una alternativa a la pantalla LED. Sus principales diferencias son que, un videowall tiene una mayor definición a corta distancia, por lo que es más indicado si el público va a estar cerca de la pantalla. También es indicado cuando se necesita mostrar diferente información al mismo tiempo, porque cada pantalla puede funcionar de manera independiente.
Tótem digital
Existen distintos tipo de tótem. Por un lado tenemos los tótems, similares a los MUPIS publicitarios anclados al suelo, pero en vez de contener un cartel tienen una pantalla integrada. Este tipo se utilizada generalmente en street marketing o en los pasillos de centros comerciales. Y por otra parte podemos encontrar los tótems interactivos, que pueden utilizarse como directorio de consulta o como gestor de turnos.
Muchas pantallas vienen con el hardware necesario para reproducir contenidos sin necesidad de player, pero estaremos limitados por la potencia y las capacidades de dicho (hardware: memoria, procesador, ancho de banda..) Así que en función del contenido y de cómo tengamos que gestionarlo, necesitaremos un player o no.
El player es el dispositivo que nos servirá de enlace entre la pantalla y el software de gestión de contenido. Cada player que utilicemos nos permitirá reproducir un contenido distinto al mismo tiempo. Es decir, si tenemos dos pantallas con un solo player conectado a ellas, las dos pantallas reproducirán el mismo contenido. Si queremos que cada pantalla tenga un contenido distinto, debemos disponer de un player para cada pantalla. Existen distintos players en el mercado en función del software o las necesidades de cada instalación.
Software
Al igual que en el apartado anterior, muchas pantallas disponen de un software preinstalado para reproducir contenidos. Se trata de un software muy sencillo que nos servirá si tenemos pocas pantallas y no tenemos problemas en añadirles el contenido a través de un pendrive. No obstante, si las pantallas son de difícil acceso o las tenemos repartidas en diferentes tiendas, necesitaremos un software en la nube.
Este software en la nube será el elemento que nos permitirá gestionar en remoto los contenidos de nuestro circuito de cartelería sin importar donde se encuentren las pantallas. Simplemente accediendo a nuestra cuenta de usuario y asignando el contenido a cada pantalla o grupo de pantallas asociadas a los players. También nos permitirá la programación de todo el contenido.
Existen multitud de softwares en el mercado. Cada software tiene sus ventajas e inconvenientes que hay que valorar en función del contenido que queramos mostrar. Por ejemplo, hay software más indicado para supermercados y otros más indicados para retail. Estos programas suelen tener una licencia de uso, que se paga periódicamente en función del número de pantallas que lo utilicen.
Contenido
Estamos ante uno de los aspectos más importantes del digital signage y, a veces, el más descuidado. Un circuito de cartelería supone una gran inversión, que no se aprovecha bien si no se tiene un contenido adecuado. Es común ver pantallas de cartelería con simples pases de diapositivas o incluso imágenes fijas. Otro error común suele ser querer mostrar demasiada información al mismo tiempo. Solo disponemos de unos pocos segundos para llamar la atención de los clientes, así que el mensaje debe ser conciso y lo más llamativo, espectacular y entretenido posible, ya que esa espectacularidad o entretenimiento nos hará ganar unos segundos de atención para que nuestro mensaje llegue al cliente.
En un entorno en que que las pantallas son cada vez más comunes, el contenido marca la diferencia. Algunos software de gestión permiten cierta capacidad de creación y animación de contenidos. No obstante, el mejor contenido siempre será el creado ad hoc por un diseñador, atendiendo a las necesidades concretas de cada empresa, lugar o campaña.