El ser humano está sometido a los numerosos efectos que genera la actividad de las marcas. La mayoría de ellos son visuales, pero lo cierto es que otros sentidos como el olfato están ganando cada vez más protagonismo en el Punto De Venta. El sentido del olfato es uno de los sentidos más poderosos. A menudo considerado como un sentido secundario, en realidad, el olfato es uno de los mayores evocadores de recuerdos y sensaciones en nuestro cerebro.
Dentro de las estrategias del marketing sensorial para provocar recuerdos y emociones en el consumidor, apelar al olfato es, sin duda, una de las acciones más efectivas, creando posibles acciones de compra.
Hace tiempo ya que los profesionales del marketing dedican su atención a determinar cómo los aromas pueden llegar a influir en la decisión de compra y resulta que influyen mucho más de lo que creemos.
Martin Lindstrom, especialista neurólogo de prestigio en estudios de neuromarketing, calcula que el 75% de nuestras emociones son generadas por lo que olemos.
Escoger la fragancia que defina la marca
Muchas veces, al entrar a una tienda, nos envuelve una fragancia que nos atrapa y hace que nos sintamos tan a gusto que hasta nos cuesta salir.
De la misma manera que a ninguna marca se le ocurriría crear un logo de forma aleatoria, la misma relevancia la tiene el odotipo: ese olor que definirá a la marca y la imagen que transmitirá a través del él, es la firma olfativa de una marca capaz de emitir valores y sensaciones, así como esa fragancia en el Punto De Venta va acorde con la imagen que la marca pretende transmitir.
Que entremos a un Starbucks y nos invada el placer olfativo del café no es casualidad. Tampoco que clientes de TSLab como Nespresso o Caixa Popular huelan como huelen.
Todas estas marcas –y muchas más- invierten en crear fragancias exclusivas para sus marcas. El marketing olfativo no sólo va vinculado a productos que tienen una fragancia, sino también a posicionar una marca y todas, de todos los sectores, se suben al tren.
Por ejemplo, Centro Botín confió en TSlab para aromatizar una famosa exposición de Carsten Höller, transmitiendo el valor del arte también a través de un aroma.
Cuando decimos que todos se suben al tren, es todos. Caixa Popular invitó a sus clientes a «seguir el perfume de sus sueños». TSLab creó su odotipo para hacer de la banca un lugar mucho más cercano. Y La prestigiosa escuela de negocios EUDE Business School quiso darle un giro a su imagen con una ambientación aromática que reforzase su identidad e hiciese de la escuela un lugar cálido y agradable para todos los que trabajan y estudian allí.
El sentido del olfato en manos expertas
El olfato es el sentido más poderoso, pero también es el más fácil de saturar. No se trata simplemente de que tu negocio huela bien. El olfato es capaz de dar mucho juego, generando sensaciones asociadas a un aroma. Como por ejemplo: un olor a coche nuevo para transmitir limpieza y modernidad a una empresa de alquiler de coches o el olor a café para estimular el apetito de los clientes. De ahí que lo más importante a definir en un aroma sea su intensidad para no saturar y molestar a nuestro target y que una iniciativa que puede ser muy notoria, evocadora y memorable se convierta en un input negativo de la marca.
A la hora de elegir y crear una experiencia olfativa es importante valorar y estudiar dónde colocar los aromas (en todo el establecimiento, en un área determinada…) y qué buscamos conseguir con este aroma (recuerdo y asociación, impulsar ventas…) para poder determinar qué composición aromática es la más acertada. Una vez más, se vuelve ciertamente recomendable acudir al asesoramiento profesional, máxime cuando hablamos de salud y de la necesidad de pasar unos filtros de control, como ocurre en el caso de los aromas. En este sentido, es muy importante confiar en profesionales cuyos aromas posean la certificación IFRA, la cual acredita la inocuidad de los aromas y que la implementación de las fragancias es segura.
Por ello, la implementación de un aroma no es tan sencilla. Hay que elegir el aroma más adecuado para el público objetivo, teniendo en cuenta factores como el producto, el ambiente, la temporada del año y la imagen que se quiere transmitir, motivos por los que apelamos a la mano profesional para todo ello.
En TSLab diseñamos y contamos con distintas soluciones de aromatización para crear una experiencia ad hoc para cada cliente, según sus necesidades. Además, nuestro equipo de perfumistas diseña el aroma para que esté en armonía con la marca, el espacio, los objetivos y los valores de la misma.
El marketing olfativo se encarga de conectar los productos con las necesidades de los clientes, de facilitar y hacer más agradable el proceso de compra. Así que la próxima vez que te preguntes por qué has entrado en esa tienda o tengas unas ganas irremediables de zamparte un cruasán en plena compra en el súper, seguramente el gran “culpable” haya sido el aroma.