¿A qué suenan las ciudades? Hay ciudades que llevan, innegablemente, el concepto de música en su nombre. La Nueva York de Frank Sinatra, la Nueva Orleans de Louis Armstrong, la Memphis de Elvis, la Chicago del jazz, la Detroit de la Motown, la Salzburgo de Mozart, la Liverpool de los Beatles, la París de Edith Piaf… y un sinfín de ejemplos más.
Son ciudades que se precian por tener una distintiva y muy relevante cultura musical propia; lugares melódicos y con ritmo, que desprenden inspiración en cada rincón.Varios estudios han planteado que existe una relación entre la música y los lugares: la música como expresión de un lugar es el resultado de la combinación de elementos característicos de ese sitio, que son traducidos auditivamente. Así podemos hablar de la identidad musical de los lugares.
¿Por qué la música es una herramienta para el desarrollo urbano? Muchas ciudades han encontrado en la música un camino para cumplir algunos de sus objetivos socioeconómicos, además de los específicamente culturales.
En la pasada edición la Music Cities Convention se daban cita en Washington (tras el éxito de su primera edición en Brighton), más de 150 representantes de 60 ciudades, 11 países y 4 continentes para intercambiar conocimientos y experiencias sobre cómo la industria musical puede contribuir a que las ciudades alcancen sus objetivos socioeconómicos, y, a su vez, sobre cómo las ciudades pueden fomentar la actividad musical para que florezca en sus comunidades.
Por ejemplo, Austin (Texas, EEUU) o Adelaida (Australia) se han proclamado “ciudades musicales” y han desarrollado estrategias innovadoras y creativas para potenciar las posibilidades que el sector musical ofrece. En Nueva York, el alcalde anunció el año pasado un plan para construir viviendas de bajo costo para músicos y artistas, con miras de preservar este sector, que genera grandes contribuciones para la ciudad. Y en Reino Unido, UK Music produce informes anuales sobre el impacto del turismo musical en la economía del país.
“La música es el cuarto pilar para el desarrollo de una ciudad”
La UNESCO creó en 2004 la Red de Ciudades Creativas, un proyecto para impulsar un proceso de reinvención cultural urbana y llegar al concepto de “ciudad-arte”. La música es un elemento de desarrollo, de progreso urbano, de integración social y de preservación de diversidad cultural. La música como fenómeno sonoro y social se ha manifestado siempre como un elemento catalizador de las relaciones sociales urbanas en las ciudades.
Música y ciudad se retroalimentan muy positivamente: la ciudad constituye esa paleta de colores con la que los músicos dibujan sus melodías. Esas melodías son las que llenan de espontaneidad, color y muestras artísticas nuestros entornos urbanos.
Según el último informe del Music Cities Convention, la música es el cuarto pilar para el desarrollo de una ciudad. Otros estudios cuentan que, en las formas que tenemos de imaginar los lugares nos encontramos con toda una dimensión auditiva relacionada con estructuras musicales; es decir, que, independientemente de la música que escuchemos en cualquier lugar, las personas evocamos elementos musicales en nuestros imaginarios espaciales. Los músicos han encontrado en las ciudades una importante inspiración para sus melodías. Esto se debe, en gran medida, a que las ciudades ofrecen numerosos materiales narrativos: las ciudades despliegan sitios llenos de historias y son un importante medio de expresión.
Ciudades musicales
La música, como forma social, introduce relaciones sonoras que se traducen en formas de hacer ciudad. La música en las ciudades puede pensarse como una pedagogía urbana en el plano de lo sensible, como una forma de introducir al habitante en lo urbano a partir de la sonoridad: al aumentar la densidad de sonidos, se intercambian melodías y ritmos, y en este proceso, el espacio comienza a vivirse de manera específicamente urbana.
No sabemos cómo procesaríamos la ciudad sin el componente musical, que aporta una estética y una sensibilidad propias de lugares con encanto. La música mueve masas.
En Francia es una escena cotidiana. En todas las estaciones de tren y en aeropuertos del país podemos encontrar un piano, con un cartel que invita a sentarse y tocarlo, a no sentir reparo, a expresarse libre y musicalmente. También en Holanda, Italia, Londres, Fráncfort, Praga, Budapest…
En Barcelona se celebró el Concurso Internacional de Música Maria Canals, con pianos –a disposición de quien quisiera tocarlos- en distintos espacios públicos de la ciudad condal. El fin de la iniciativa -que lleva haciéndose desde 2010- es la de romper las barreras sociales, culturales y mentales que existen en relación con la música, especialmente en instrumentos como el piano. El Passeig de Gràcia se llenó de corros alrededor de los pianos, donde pequeños y adultos, residentes y turistas tocaron piezas de cualquier género musical de manera improvisada.
Experimentos como estos demuestran el alto grado de creatividad urbana que hay en las ciudades: emerge gente que sabe tocar instrumentos y se demuestra la gran cantidad de público que aprecia, respeta y aplaude la música. Y es que, sin música, ninguna ciudad podría ser lo que es ahora.
El ejemplo más reciente lo encontramos en la fiesta de San Isidro de Madrid. El chotis, conciertos y espectáculos por doquier y el impresionante Piromusical en El Retiro son elementos que forman parte de la esencia de la ciudad.
La música es vital para fortalecer lazos sociales, borrar desiguales y sensibilizar a la población. Entre los múltiples beneficios de la música, están los de generar un diálogo intercultural y un sentido de pertenencia al lugar, convirtiéndose en una herramienta de transformación social.
Las marcas también hablan de las ciudades y se integran en ellas para reforzar ese sentimiento de arraigo, gracias a la incorporación de la música en sus estrategias de marketing. La música está en el ADN de TSLab y un gran ejemplo de ello son las grandes cadenas de alimentación que confían en nosotros. Todos sus establecimientos comparten una misma base musical acorde con los valores de marca, que luego se complementa y personaliza punto por punto, en función de su ubicación.
Así hacemos que en Valencia, por ejemplo, suene música fallera en los establecimientos en esa semana tan emblemática para la ciudad o que en Sevilla la feria de Abril también esté presente en los puntos de venta.
En las ciudades del futuro la música será la gran protagonista y se posicionará en el centro de vida de las urbes.
El Día de la Madre se ha convertido en una de las festividades más rentables tanto para el comercio tradicional como para el comercio online. Las marcas se afanan en desarrollar campañas que les permitan aprovechar todo el potencial de esta celebración y aumentar sus ventas.
Aunque el Día de la Madre tiene diferentes orígenes y mucha historia -desde los honores a Rea de la antigua Grecia hasta el Mother’s Friendship Day de Estados Unidos-, los comercios han comenzado a aprovecharlo hace unos años y, en poco tiempo, este día se ha convertido en una cita ineludible en el calendario comercial.
Durante estos días, los escaparates y las tiendas se llenan de una decoración muy floral y de bonitos packs regalo para esa persona tan especial: las mamás. Promociones, ofertas, descuentos y un sinfín de estrategias hacen de la campaña del Día de la Madre una de las más competitivas en la actualidad.
Ahora bien, como en toda campaña dirigida a captar compradores en una fecha señalada, es necesario saber diferenciar la oferta de nuestro negocio y destacar sobre los demás. La experiencia de 3dids.com indica que la diferencia entre hacerlo bien y no hacerlo tan bien puede suponer hasta un 80% de las ventas de la campaña.
El recurso de la simple felicitación sabe a poco; hoy en día, debe ir acompañado de mucho más. Como siempre, el marketing sensorial juega un papel fundamental en una festividad tan emocional como es el Día de la Madre; es una de las fechas que más sentimientos desprende y en el que más mensajes emotivos se registran, tanto en los medios tradicionales como en los digitales.
Por tanto, debemos asegurarnos de hacer sentir especial al comprador y, posteriormente, a la madre que va a recibir el regalo. La satisfacción del cliente cobra una importancia todavía mayor en una festividad como ésta.
Las marcas buscan establecer una conexión emocional con sus clientes en un día como éste, aprovechando los sentidos.
El regalo tradicional ha pasado de moda. Las sorpresas necesitan un aire nuevo y creativo del que tenemos la fórmula: hay que crear experiencias para tocar la fibra sensible y hacer que el proceso de compra, al igual que el producto, sea un momento especial.
Porque transmitir emociones a través de los sentidos es vital para crear una imagen positiva y para posicionar el producto ya no sólo en la mente, sino también en el alma de los clientes.
En TSLab hacemos que nuestros proyectos musicales, visuales y olfativos sean recordados de manera especial en el día que le dedicamos a nuestras madres.
Porque madre sólo hay una, díselo con los sentidos.
Much Sneakers abre nueva tienda en la calle Fuencarral 69, el núcleo más urbano y alternativo de Madrid. Moda, tendencias, estilo de vida y cultura se fusionan en el barrio más moderno de la capital madrileña.
Una vez más, TSLab muestra con orgullo un nuevo caso de éxito, en el que la integración total de nuestros servicios ha dado lugar a la configuración de una ‘wow store’, donde comprar un producto se convierte en una auténtica experiencia 360º.
Much Sneakers no es una simple tienda; es un nuevo concepto de calzado casual, resultado de mezclar lifestyle y moda.
Para ofrecer la mejor experiencia en tienda, TSLab ha utilizado los cinco sentidos para intensificar las sensaciones que el cliente experimentará dentro de Much Sneakers Fuencarral. Comprar en Much Sneakers es más que comprar las zapatillas de moda. La tienda física se resuelve como un espacio único de carácter urbano, moderno y limpio, donde no sólo el producto es el protagonista; el cliente también lo es.
Nuestro servicio integral para la tienda ha abarcado el diseño e implementación de vídeo, audio y aroma con un resultado espectacular: una experiencia cien por cien inmersiva cuando el cliente vaya a comprar.
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Una ‘wow store’ marca TSLab
TSLab ha instalado la megafonía de la tienda con el mejor equipamiento, para que la música esté presente en todo momento, algo que Much Sneakers tenía muy claro desde un principio: sus productos tenían que ‘sonar’ y bien. Para mejorar la experiencia musical, TSLab ha añadido a la instalación un subwoofer, que conseguirá el efecto deseado. Por otra parte, nuestro Music Lab ha trabajado para la creación de un canal personalizado con el que reflejar la esencia de la marca.
Much Sneakers también ha apostado por el marketing olfativo. Nuestro equipo de perfumistas ha ideado una fragancia personalizada que aromatizará el espacio gracias a nuestra tecnología más innovadora, controlada en remoto y que permite subir o bajar la intensidad del aroma según las necesidades del momento.
El digital signage también lleva el nombre de TSLab: hemos instalado monitores de gran calidad para mostrar el mejor contenido relacionado con la marca.
Comprar en Much Sneakers no dejará a nadie indiferente. Entrar, disfrutar de la mejor música indie y el pop alternativo más mítico, probarse diferentes modelos, notar una fragancia agradable que te invita a pasar un rato ameno, dejarse llevar, comprar… y salir de la tienda habiendo experimentado algo sutilmente nuevo, algo agradable que ha hecho que comprarse unas zapatillas sea un concepto totalmente diferente.
Porque nuestro propósito es despertar emociones y sensaciones para crear ‘wow experiences’, un concepto innovador que encaja a la perfección con lo que Much Sneakers ofrece.
Aprovechamos la celebración del Día Mundial de la Salud para hablar de los sentidos (nuestra especialidad) y ver lo importantes que son a la hora de gozar de un estilo de vida saludable.
¿Alguna vez te ha ocurrido que, al pasar por un sitio, percibes un olor determinado o escuchas una canción y te viene un recuerdo feliz o experimentas una sensación agradable? Seguro que sí. Situaciones como ésta hacen que nuestro cerebro, al percibir a través de los sentidos algunas sensaciones, abra ciertas emociones que estaban en la trastienda de nuestra memoria.
Desde hace miles de años, se vienen utilizando los aromas, los colores y las melodías por sus efectos positivos sobre el bienestar del cuerpo y la mente. Muchas civilizaciones han reconocido la influencia que estos elementos tienen en las personas. Los antiguos egipcios ya utilizaban una fórmula especial de perfume, llamada “kyphi”, para aliviar la ansiedad y, en muchos de sus papiros médicos se hace referencia al encantamiento de la música, relacionándola con ritos que para ellos eran fundamentes para alcanzar la felicidad. Los griegos, por su parte, utilizaban técnicas de luz y color en sus templos para que los rayos solares se descompusieran en los siete colores del espectro y repercutiesen en el estado de ánimo.
Está claro que los olores, los sonidos y los colores tienen un gran efecto inconsciente en nuestro estado anímico y en los recuerdos. Son tres factores determinantes que afectan muy positivamente en nuestras emociones y en cómo nos sentimos. Lo dicen numerosas investigaciones del campo de las Neurociencias, que le han brindado a la aromaterapia, la musicoterapia y la cromoterapia una base científica importante. Estudios como el de la Universidad de Rockefeller de Nueva York revelan que somos capaces de recordar hasta un 35% de lo que olemos, un 5% de lo que vemos y un 2% de lo que oímos.
Los aromas (el recuerdo más persistente) influyen positivamente en todas las dimensiones del ser humano, desde las puramente físicas a las más etéreas y sutiles. Nuestro cuerpo genera endorfinas cuando el sentido del olfato se halla estimulado por olores que nos resultan agradables. Así, los aromas se utilizan para potenciar determinados estados anímicos. Por ejemplo, los aceites esenciales de flores son vigorizantes; los aromas cítricos, como el limón o el pomelo, son frescos y alivian la depresión; los de madera, como el sándalo, son calmantes y otros como el jazmín evocan la sensualidad.
Por su parte, distintos estudios realizados demuestran que la música afecta a la química del cerebro. La música es una experiencia sensorial que activa todas las áreas cerebrales simultáneamente. Todos tenemos una música que nos pone de buen humor, nos relaja… y, cuando escuchamos una canción que nos es agradable, liberamos dopamina, una hormona relacionada con el placer y regulamos el nivel de hormonas relacionadas con el estrés. La música se utiliza con mucha frecuencia con el fin de restaurar, mantener e incrementar la salud mental o física. Además, también nos recrea recuerdos.
Múltiples investigaciones han confirmado que el color ejerce una influencia emocional y psíquica sobre el organismo humano. Los colores corresponden a vibraciones que tienen velocidades, longitudes y ritmos de ondas diferentes. No somos conscientes de ello, pero hacen que nos revitalicemos y llenemos de energía, lo cual contribuye al equilibrio físico y mental. Cada tonalidad cromática posee una vibración diferente que actúa sobre nuestro campo bioenergético. Por ejemplo, el naranja favorece el equilibrio cuerpo-espíritu y aumenta el optimismo y la creatividad; el amarillo estimula la imaginación y ayuda a relajar la mente; el violeta alivia la angustia y disminuye la agresividad y el verde es un color sedativo, que transmite calma y disminuye la tensión sanguínea.
Creando experiencias con los sentidos
Vivimos en tiempos de ajetreo extremo. Nuestro día a día transcurre a una velocidad de vértigo y tenemos la sensación, cada vez mayor, de que perdemos el control de todo lo que sucede a nuestro alrededor. En esa espiral de prisas y estrés, tomar un respiro y abandonarnos a nuestros sentidos es algo que ya consideramos un lujo fuera de nuestro alcance.
En TSLab somos expertos en marketing sensorial y sabemos la importancia que tiene el hecho de que las personas experimenten sensaciones agradables y satisfactorias en sencillos momentos de sus rutinas, como comprar, comer en un restaurante o dormir en un hotel. Trabajamos con música, imágenes y aromas para que las experiencias que ideamos se transformen en un auténtico viaje por los sentidos: un toque de una fragancia que penetre en nuestra memoria, una canción que despierte nuestra vitalidad… En definitiva, crear experiencias a través de los sentidos para lograr un reencuentro con el bienestar.
Por ejemplo, una estancia en un hotel en que se ha incorporado un aroma agradable siempre será recordada de manera agradable cada vez que ese aroma vuelva a olerse. O entrar en una tienda y escuchar esa canción que nos transmite buen feeling, nos invita a quedarnos, a comprar con calma y olvidarnos por un momento de todo lo que nos estresa o preocupa, pasando un rato agradable. Cuanto más guste una fragancia o una canción, mejor nos sentiremos.
Éste es el auténtico sello de las experiencias sensoriales de TSLab: un olor que respirar, una melodía que disfrutar, relajarnos, evadirnos, pasárnoslo bien… Con nuestro trabajo intentamos cambiar el hábito del consumidor y hacer que el cliente viva una auténtica experiencia en sus compras.
En nuestro laboratorio somos conscientes de que, al igual que las terapias de los sentidos son beneficiosas en varios aspectos, el sensory marketing es importante para influir de manera positiva en las personas y evocarles situaciones de confort y felicidad. El cuerpo humano es capaz de sentir de 5 maneras diferentes.
En TSLab sabemos lo que hacemos: nuestro know how se basa en 50 años de experiencia en diversos sectores, entre ellos, el de bienestar, salud y belleza. Trabajamos con clínicas, farmacias y centros de imagen y estética, lo que nos da el expertise de trabajar por y para las personas, saber qué les gusta, qué les anima, qué les relaja, cómo se sienten…
Nuestros proyectos de branding sensorial transforman el marketing olfativo, visual y musical en pura terapia. Todo para lograr un mismo fin: nuestra ambición es despertar emociones y sentimientos en las personas y generarles una auténtica experiencia de bienestar.
“La vida sin música sería un error”, decía Nietzsche. En TSLab pensamos que un negocio sin música también sería un error.
Ya está demostrado, gracias a numerosos estudios, que la música influye (y mucho) en las opciones y decisiones de compra de los clientes a través de lo que les llega a sus oídos.
Desde el punto de vista científico, la música estimula de manera simultánea varias regiones cerebrales, especialmente las encargadas de las emociones. En el sentido más marketiniano, el branding emocional hace que una canción provoque la conexión entre una marca y su público. Y es que la música es ese material sensible capaz de modificar nuestro estado de ánimo y se convierte en un recurso de gran interés para comunicar los valores asociados a una marca y para incrementar el volumen de ventas en un negocio.
En TSLab sabemos que dar con el tipo de música correcto es tan importante como identificar la imagen de marca, porque el sonido tiene tanto significado para las personas como la imagen. Además de activar al consumidor e incitarle a la compra, hay un valor añadido mucho más importante: la música provoca que la acción de ir a una tienda sea una experiencia mucho más reconfortante que, por ejemplo, quedarse en casa y comprar por Internet. Además, se ha demostrado que la música crea un ambiente mucho más amable y ameno no sólo para los clientes, sino también para las personas que trabajan en ese negocio, lo que redunda, sin duda alguna, en efectos positivos a todos los niveles.
Conscientes de que la música debe adaptarse a cada lugar, a cada situación, al tipo de cliente, al horario… la propuesta de TSLab no se queda en una simple ambientación musical que amortigüe el silencio: es una cuidada selección musical, fruto de un trabajo estratégico y creativo.
Gracias a nuestros 50 años de experiencia y a nuestro ímpetu de constante innovación, nuestro equipo de musicólogos cuenta con la tecnología y la capacidad de adaptar las Radio Instore de nuestros clientes a las necesidades específicas, no sólo de la marca, sino de cada establecimiento y de su entorno.
Un gran ejemplo de esto son las grandes cadenas de alimentación que confían en nosotros. Todos sus establecimientos comparten una misma base musical acorde con los valores de marca, que luego se complementa y personaliza punto por punto, en función de su ubicación, necesidades, promociones especiales, horas del día…
Así conseguimos que en Valencia, por ejemplo, en una semana tan emblemática para la ciudad como la de Fallas, nuestros clientes creen un ambiente en sus tiendas con el que revivir y realzar su fiesta local, reforzando, así, la venta de productos típicos durante esos días.
Porque el ambiente de un negocio es muy importante. No hay nada mejor que entrar en un establecimiento y sentirse como en casa. Gracias a la música, las marcas apelan a las emociones del consumidor y consiguen que entrar en un establecimiento sea una sensación agradable y quieran pasar más tiempo en él, con lo que las probabilidades de compra aumentan.
La música tiene un gran poder para que conectes emocionalmente con tus clientes a través de sus gustos y preferencias musicales.
Si dudas qué tipo de música poner en tu negocio, acude a nosotros. En TSLab, nuestras ideas tienen ritmo.